Historia

A principios del siglo XIX surgen los primeros sombreros de paja en Europa, específicamente en Italia, ya que se dice que en Venecia era muy utilizado dicho producto por los gondoleros. Originalmente este sombrero era distinto en forma, modelo, textura, tejido, dado su proceso de elaboración, ya que eran tejidos por maquinas especiales con una paja llamada Sennit.

 

Originalmente los nativos del Ecuador crearon esta delicada prenda como parte de su vestimenta diaria. Tenía dimensiones y acabados más grandes y pronunciados, ya que su principal uso era proteger, principalmente la cabeza, de las condiciones meteorológicas adversas del trópico.

 

Su uso se extendió a diferentes partes del mundo después del auge en su fabricación a principios del siglo XX durante la construcción del canal de panamá, a donde fueron exportados miles y miles de sombreros, provenientes del Ecuador, su tierra natal, para proteger a los obreros e ingenieros de las altas temperaturas del trópico y facilitar así su ardua labor.

 

De allí recibirá posteriormente su nombre más popular (Sombrero de Panamá) aunque no olvidará sus raíces como sombrero de toquilla o Jipijapa. El primero derivado del uso de un tipo sombrero traído por los españoles durante la conquista, y el segundo correspondiente a la creencia de su origen en la ciudad ecuatoriana del mismo nombre.

 

Algunos personajes famosos y esenciales en la historia moderna como Napoleón, Eduardo VII, Winston Churchill, Humphrey Bogart, Frank Sinatra y el presidente venezolano Rómulo Betancourt han disfrutado de su compañía, destacando entre ellos al expresidente estadounidense Theodore Roosevelt quien lo uso durante su visita a la construcción del canal y quien a través de una fotografía, le hizo popular en Estados Unidos y Europa.

 

Es tal su esencial papel en el contexto cultural ecuatoriano y latinoamericano, que la Unesco declaró su tejido como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad  el 6 de diciembre de 2012.