Elaboración

La Carludovica palmata es la planta utilizada para la elaboración de nuestros sombreros, fue llamada así en honor a Carlos IV de España y Ludovica de Parma, ha acompañado a nuestros pobladores desde tiempos inmemoriales siendo cultivada a lo largo y ancho de la geografía centro y latinoamericana.

 

El proceso comienza con la cosecha que ocurre durante la luna en cuarto menguante, esto hace que la fibra de la planta se más resistente, la forma exacta de su corte y compilación hace parte de las tradiciones que enmarcan al sombrero panamá, los recolectores han pasado este secreto a sus hijos, generación por generación, conservando así la calidad y destreza necesarias para crear los mejores sombreros.

 

Se cosechan exclusivamente las hojas de la palma que aún no se han abierto. Su cultivo es esencial ya que los habitantes de la aldea viven en gran parte de la preparación de las hojas.

 

En primer lugar se procede a abrir las hojas de palma con un “Punzón” metálico y a separarlas cortándolas en hilos muy finos, quedando estas últimas unidas por el tronco en “cogollos”. Luego se procede a la cocción de las  fibras durante los siguientes 20 minutos aproximadamente a fuego de leña.

 

Después las hojas son colgadas para que se sequen al sol. Este proceso es totalmente natural y no se utiliza ningún tipo de horno para acelerar su secado. Luego se separan las fibras del tronco, y con la ayuda de un molde se comienza la elaboración del sombrero.

 

Los dos momentos cruciales en la elaboración del sombrero son el comienzo del mismo y su “rematada” al terminar el tejido del ala; de la destreza  del artesano dependerá si se ha realizado un buen trabajo, su clasificación y calidad finales. Posteriormente se procede al blanqueado, secado y  moldeado del mismo.

 

Finalmente se agrega la banda tradicional, lazos, etiquetas o logotipos, para luego salir hacia todo el mundo.